jueves, 11 de septiembre de 2008

Roma


Destino: Roma. Planeta Capital del Sistema Latium, Sector Itálico del brazo galáctico de Sagitario. Centro del antiguo Imperio Estelar de Roma.
Transporte hiperespacial regular con Ryanspace.
Tiempo para el tránsito: 169 días estándar.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Escitúricos y Malteanos

Esta mañana he salido perezoso de la cama (curioso nombre, heredado sin duda de un pasado remoto, para definir los modernos hibernadores domésticos de gama media); además la previsión mostraba desagradables vientos estelares en toda la región que, si bien no impiden en absoluto el normal tránsito de cruceros y naves de todo tipo, sí hacen bastante incómoda cualquier salida del sistema. Eso por no hablar de los precios desorbitantes que están alcanzando los pasajes por culpa de la famosa crisis galáctica, fundamentalmente motivada -eso dicen- por la especulación de las empresas que controlan la explotación de la propulsión gravítica... lo que no deja de resultar chocante, teniendo en cuenta que la gravedad es un recurso casi ilimitado que no cuesta un crédito a nadie (misterios de la economía galáctica). Afortunadamente existen numerosos modos de viajar en este universo nuestro, así que, tras una ligera inspección por la infonet con mi flamante imcom (implante de comunicaciones de quinta generación que adquirí hace sólo unos meses y que, naturalmente, había quedado obsoleto mucho antes de su salida al mercado), me he decidido por una visita virtual a través del espacio... y del tiempo. Por supuesto, ya nadie recuerda quién era Mahoma (si es que existió alguna vez alguien con ese extraño nombre; resulta sorprendente la cantidad de teorías que hay a ese respecto y a casi cualquier otro respecto que imaginarse pueda; sin duda, una de las características que mejor definen la sociedad galáctica actual), pero como dice el antiguo proverbio, "si la montaña no va a Mahoma... Mahoma irá a la montaña".


Como resultado de todas estas indagaciones y acompañado por mi amiga Lucía, he acabado por desplazarme hasta el Marq, el Espaciomuseo Arqueológico del Distrito 5 (foto superior), con sede en mi planeta de residencia, donde el programa de exposiciones temporales ofrecía dos especialmente apetecibles. Los vientos estelares, que hoy soplaban con inusitada intensidad, se dejaban sentir incluso a nivel de la órbita planetaria, pero afortunadamente las instalaciones del espaciomuseo cuentan con todos los adelantos y la visita ha resultado de lo más agradable (por no hablar de la excelente cerveza local que sirven en el acogedor bar del complejo orbital de entrada).


La primera exposición contaba con diversos objetos, holofotos y maquetas virtuales procedentes de la región planetaria de Malta, situada hacia el sur de nuestro cuadrante y distante unos 20.000 años luz de nuestro sistema (foto superior). Esta región fue poblada inicialmente por colonos llegados del cercano sistema de Sicilia y, alejado de los núcleos principales de su sector, tuvo una larga época de tranquilidad en la que sus habitantes desarrollaron una peculiar e interesante cultura propia. Sus arcaicos observatorios espaciales, magníficamente representados en la exposición por maquetas y holos de excelente ciberfactura, nos han parecido dotados de un atractivo especial.



Aún más lejanos y extraños que los Malteanos eran los Escitúricos, antiguo pueblo guerrero que, desde el grupo planetario de Tuvá, extendió su área de influencia por extensas regiones a todo lo largo del vecino brazo espiral de Perseo y llegando incluso, en determinados momentos, hasta los más remotos sistemas del nuestro propio, el de Sagitario. En aquellos tiempos surcaban el espacio en arcaicas (aunque rápidas para su época) naves espaciales armadas hasta las tuercas, robando y pillando en los planetas que encontraban a su paso y amasando así espectaculares botines, algunas de cuyas piezas hemos podido observar esta mañana, fascinados por su extraña magnificencia. Para que luego digan que no hay nada interesante que hacer en nuestro extraordinario planeta.