
274 Imponente y oscura como siempre -la tempestad no la había tocado- se erguía la torre de Orthanc; unas aguas lívidas le lamían los pies.
J.R.R. Tolkien, El Señor de los Anillos II: Las dos Torres.
"Sé bien de qué huyo pero ignoro lo que busco" (Michel de Montaigne)
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