Entre Elena y Longino, image by Stunket. Roma, 27 de febrero de 2009.Cuatro santos en los cuatro pilares que sustentan la cúpula. Y sobre ellos, en los balcones superiores, una representación de las Reliquie Maggiori: Una pieza de la Vera Cruz recogida por santa Elena, la madre el emperador Constantino; la lanza que san Longino clavó en el flanco de Cristo; y la túnica de santa Verónica, con una imagen milagrosa de Cristo.
Besos de santo, image by Stunket. Roma, 27 de febrero de 2009.Supuestamente realizado por Arnolfo di Cambio en el siglo XIII, destaca un bronce de san Pedro en la base del pilar de san Longino (primero a la derecha si se mira hacia el altar mayor). Las colas que se acercan a él no tienen otra intención que la de besar y acariciar su ya desgastado pie derecho (o fotografiarlo, cosa que hay que hacer a distancia porque un ajetreado vigilante se ocupa de espantar las cámaras de sus inmediaciones). Si da la casualidad de que uno visita la basílica el día de su santo, el 29 de junio, podrá verlo graciosamente ataviado con las vestiduras papales.
Santas Faces, image by Stunket. Roma, 27 de febrero de 2009.Además de la imagen de Cristo en el pilar de santa Verónica (al fondo a la izquierda), otro rostro curioso nos mira desde el baldaquín de Bernini, tallado en el friso de cada uno de sus pilares, a la altura de los ojos: Empezando en el pilar de la izquierda, de espaldas a la entrada, y siguiendo el sentido de las agujas del reloj a su alrededor, veremos un rostro femenino expresando los dolores crecientes del parto y, en el último pilar, un bebé sonriente en su lugar. ¿El misterio del nacimiento de Cristo? Pues no, la sobrina del papa Urbano VIII, que casualmente dio a luz mientras Bernini trabajaba en el baldaquín.
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