Vacaciones en Roma: Pietá, Cúpula y Baldaquín

Azul Cúpula, image by Stunket. Roma, 27 de febrero de 2009.

Volvemos a ras del suelo y nos adentramos en los 187 metros de longitud del sombrío interior de la Basílica de San Pedro, con sus más de 15.000 metros cuadrados de superficie... abarrotados de curiosos turistas e inigualables obras de arte, incluidas tres de las más destacadas de toda Italia: La Pietá de Miguel Ángel, su gran cúpula y el baldaquín de Bernini.

Sobre-recogimiento, image by Stunket. Roma, 27 de febrero de 2009.

Nada más cruzar la puerta principal nos sentimos sobrecogidos por la inmensidad del espacio interior de la nave, inabarcable desde nuestra posición. Con la vista perdida en la profundidad de la misma, apenas nos damos cuenta de que casi estamos pisando el disco de pórfido rojo que, en el suelo, señala el lugar donde el papa coronaba a los emperadores del Sacro Imperio, empezando por Carlomagno.

Pietá by Miguel Ángel, image by Stunket. Roma, 27 de febrero de 2009.

Dentro de la Porta Santa, al principio de la nave lateral derecha, nos topamos con la célebre Pietá de Miguel Ángel, protegida por un cristal a prueba de balas desde que, en 1972, un vándalo la emprendiera a martillazos con la pobre escultura. Como curiosidad, mencionar que se trata de la única obra de Miguel Ángel firmada por su autor, concretamente en la banda que cruza el pecho de la Virgen. Y pensar que sólo tenía 25 añitos cuando la esculpió...

La Santa Luz, image by Stunket. Roma, 27 de febrero de 2009.

La longitud de la nave central la debemos a Carlo Maderno, que heredó el proyecto a la muerte de Miguel Ángel y que se ocupó, entre otras cosas, de prolongar la basílica hacia la plaza convirtiendo en cruz latina la original planta de cruz griega de Bramante.

Baldaquín, image by Stunket. Roma, 27 de febrero de 2009.

Con sus 29 metros de altura, el impresionante baldaquín barroco de Bernini domina el centro de la iglesia. Las cuatro columnas que lo soportan, de bronce, proceden del Panteón y flanquean el altar mayor, donde se encuentra la tumba de San Pedro y en el que sólo el papa puede oficiar.

Cúpula y Baldaquín, image by Stunket. Roma, 27 de febrero de 2009.

Llegados al centro del crucero, alzamos la vista al cielo y contenemos el aliento: A 119 metros sobre nuestras cabezas se alza la fantástica cúpula de Miguel Ángel, basada en el diseño de Brunelleschi para el Duomo de Florencia y soportada por cuatro sólidos pilares de piedra, cada uno con el correspondiente santo, que le da nombre, en las cuatro hornacinas diseñadas por Bernini: Longino, Elena, Verónica y Andrés. Y que nos hablen ahora de la paridad...