




418 La barbacana semicircular del castillo da paso a los patios del Honor y el Mediodía, rodeados en parte por la muralla y en parte por el cuerpo principal del edificio; en una esquina se alza espléndida la torre Pinte, atalaya elevada sobre las bases romanas de la primera construcción, de los siglos III y IV; de esta época data el paramento de bloques regulares entrecortados por hileras de ladrillos, que puede observarse como una de las capas inferiores en toda la muralla interior de la fortificación y a la que se fueron agregando nuevos estratos en tiempo posterior. También romanas son las torres en herradura, aunque la mayoría han sido también modificadas después para elevarlas a la vez que el resto del muro. Historia viva en un entorno encantador.
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