




440 Terminamos nuestra visita a Marsella dejando que caiga la noche sobre el grandioso Palais de Longchamp, al final de la avenida del mismo nombre y construido en 1860, en parte para disfrazar el depósito de agua (chàteau d'eau) que se levanta al final de un acueducto procedente del río Durance. Actualmente, el palacio alberga los museos de Bellas Artes e Historia Natural. Au revoir, Marseille.
No hay comentarios:
Publicar un comentario