viernes, 20 de marzo de 2009

Vacaciones en Roma: El viaje

Volamos de Madrid a Roma con Ryanair, precipitándonos (según anuncio textual del piloto tras la no especialmente suave maniobra de aterrizaje) en el pequeño aeropuerto de Ciampino el jueves 26 de febrero sobre las siete de la tarde. Comprando el billete con una antelación de casi cinco meses y limitando el equipaje a una pequeña maleta, conseguimos volar por unos 38 euros (ida y vuelta), además de ahorrarnos un buen rato al no tener que facturar ni recoger los bultos a la llegada.


Tres días completos y un par de ratos en Roma no dan, desengañémonos, para verlo todo, pero hasta el regreso, el lunes 2 de marzo a mediodía, tuvimos tiempo para realizar las visitas esenciales (casi todas) y patearnos el centro de la ciudad unas cuantas veces. Disfrutamos de la merecidamente afamada cocina italiana, de la historia que rebosa en cada rincón de ciudad, de su arquitectura, pintura, escultura; de sus bellas plazas, callejas, fuentes, terrazas, palacios, monumentos... y todo ello caminando por un centro perfectamente abarcable a pie y con un tiempo, salvo el domingo, más propio de una primavera radiante que del invierno, fecha arriesgada para visitar la ciudad salvo que la suerte, como en nuestro caso, acompañe (según Marta, nuestra encantadora anfitriona en el Bed & Breakfast donde nos alojamos, disfrutamos de los primeros días de sol en las últimas tres o cuatro semanas).

Habitación contemporánea, image by Stunket. Roma, 27 de febrero de 2009.

Portal y Habitación con Vistas (Piazza Santa Maria Maggiore), images by Stunket. Roma, 28 de febrero y 2 de marzo de 2009.

Habitación con Vistas (Via Gioberti), image by Stunket. Roma, 28 de febrero de 2009.

Por cierto, que nuestro acogedor hospedaje fue Contemporaneo Rooms, justo al lado de la Basílica de Santa Maria Maggiore, a dos pasos de la Estación Termini (perfectamente conectada con el aeropuerto por varias líneas directas de autobús), de la Piazza Venecia o del Colosseo; lo reservamos un par de meses antes (aunque, dada la relativamente escasa afluencia de turistas en esta época del año, tal vez no hubiera sido necesaria tanta anticipación) en venere.es, una de tantas páginas donde elegir un buen alojamiento a precios competitivos. En nuestro caso, 60 euros por noche la habitación doble (en realidad era triple), lo que para Roma es más que económico si tenemos en cuenta la excelente localización del lugar, la amplitud y limpieza de la habitación (climatizada), la pulcritud del cuarto de baño (privado) y, especialmente, las amables atenciones de Marta (y sus desayunos).

Lonely Roma, image by Stunket. Roma, 28 de febrero de 2009.

Así que allí estábamos, con las llaves de casa en la mano y dispuestos a comenzar nuestra visita de la mano imprescindible de mi guía Lonely Planet, el mejor compañero para cualquier viaje si uno quiere tener toda la información práctica y saborear lo más auténtico de la ciudad, además de los típicos lugares atestados de turistas... sin guía.

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